Duró 37 segundos y vino desde el espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 hizo que el astrónomo Jerry Ehman, entonces en la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, escribiera la palabra ¡Wow! en la hoja de impresión que salía de Big Ear (Gran Oreja, en español), el radiotelescopio de la universidad en Delaware. Y casi 29 años después, nadie sabe cual fue la causa de la señal. “Todavía estoy esperando una explicación que tenga sentido”, dice Ehman.