Les da igual que sepa toda España el ridículo que han hecho , que era una trampa. Dos dias después la secta libegal sigue pregonando por Internet que el presentador de "El Intermedio" es un maltratador y que es una excusa por verse sorprendido. ¿No es hora de denunciar esta práctica del fascismo informativo. Cuesta media hora y un sello hacerlo, y evitas que el presidente de la Asociacion de Prensa de Madrid haya condenado al Gran Wyoming y el Grupo Intereconomía se quede de rositas.