El crío de Cindy Piccard, de cinco meses, andaba visitando el Museo del Prado en agosto pasado con su madre cuando le entró hambre. Así, que Cindy se puso a darle el pecho mientras contemplaba 'La maja desnuda'. Un vigilante le dijo, de no muy buenas maneras, que 'aquello' no se podía hacer allí y que tenía que meterse en el baño si quería dar de mamar al pequeño. Ante tal desvarío por parte de los responsables del Prado, una veintena de madres se citaron ayer en una sala del museo para dar el pecho a sus bebés. Nadie les dijo nada.