"Si la Naturaleza lo dota de una pierna musculosa con la que patear balones con la fuerza y colocación necesarias para hacer que la meritoria estirada del guardameta sea infructuosa, ya puede olvidarse uno de pasar largas tardes ante los áridos libros de texto y de preocuparse por aprender a leer, escribir y hablar como Dios manda, pues se hallará en condiciones de acceder a todos los lujos imaginables sin necesidad de poner en práctica estas mundanas habilidades"