El partido en sí (el hecho, la confrontación deportiva de dos equipos históricamente rivales, el documento o la crónica de un acontecimiento) nunca es suficiente... En estos casos, la maquinaria hacedora de historias se pone en marcha. Y no hay historia sin héroes. Y no hay historia sin líderes que lleven a su grupo al éxito o al fracaso. Y no hay historia sin vencedores ni vencidos... La pasta de las historias-puré que nos sirven los hacedores de historias solamente alberga unos y ceros...