Nunca agradeceremos lo suficiente el abnegado esfuerzo de esta gran señora a pesar de los insultos, zancadillas y descalificaciones de tanto bastardo como hay en este país. Señora Sánchez, señor Del Olmo: gracias.
No me acabo de fiar yo de esta gente. No digo que se haga caso a las peticiones de las víctimas, pero que determinadas cosas te "entren por un oído y salgan por el otro" me parece de una calidad humana, cuanto menos, deplorable. A lo mejor su calidad profesional está fuera de toda duda, aunque nunca entendí eso de separar lo humano de lo profesional.